Que todos los seres de todos los mundos sean eternamente felices.


lunes, 25 de octubre de 2010




creo que Yani estaba feliz, porque murmuró muy dulcemente: "Maestro, Maestro mío. No te niegues a recibir lo que tú deseas de mí. Te obsequio la noche y una parte de mis sueños, pues luego debo regresar de donde vine con lo que tú dejas en mí, para seguir viviendo y seguir amando..."


la luna nos sorprendió abrazados.

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