Que todos los seres de todos los mundos sean eternamente felices.


lunes, 7 de enero de 2013

domingo, 6 de enero de 2013


Alguien más siente esto que se siente acá? Esto que siente mi alma de que nada ocurre, y que siempre lo que espera es que a alguien se le cante un milagro. Sentado, parado, acostado o todas a la vez; a veces también vuelo pero no hay chances, che, vos ni me mirás. Yo no me soporto, quiero dormir todo el tiempo y cuando no, quiero comer, o llamarte la atención, pero no me animo núnca a ir a buscarte, ¿sabés por qué? Porque siempre tengo sueño o hambre o ganas de llamarte la atención.


jueves, 3 de enero de 2013




Recuerdo que al llegar ni me miraste
fui solo uno más de cientos
Lo importante de una relación no es estar con alguien porque lo necesitamos. Lo interesante es decirle a alguien:
Mirá,
yo
SÍ puedo vivir sin vos, pero no deseo vivir sin vos.

miércoles, 2 de enero de 2013

Necesitaba irme. "Armar el bolso" para ver cómo reaccionábamos todos. Lo hice, dudando, pero lo hice. La primera vez me llamó él con un tono muy horrible, así que mi cuerpo reaccionó abortando el plan. Pasaron unos días, en los cuales dormí casi todo el tiempo, y escuché una banda de gallegos melosos que me hicieron cuestionar qué es lo que quiero decirle a la chica que me debe una noche. Es un buen ejercicio, se los recomiendo: corresponde a la cura de ese nudo en el pecho cuando tenemos algo que decir y no lo hemos hecho aún. Por mi parte las palabras las escribí y se las envié (obviamente escribí cuatro de los cuales ninguno fue enviado, hasta que alguien me apura y mando uno apurado y resumido, mucho más sincero que todos los pensados sin presión). De repente llegó algo aireado el enamorado de mamá, yo terminé de llenar mi bolso y me guardé lo que presiento, como siempre. Ibamos a pedir pizza, pero costaban mucho, así que no, y me pedí un remis. Charlamos con mamá mientras lo esperaba, y éste fue un momento en el que particularmente me sentí con cara de salame. Fue raro. Miré al costado todo el tiempo.
¿Qué más querés?

El dinero. Es una cuestión que me tiene harto. No puedo imaginarme que debiera esforzarme por conseguirlo. No entiendo a quién se le ocurrió. Yo se escucharte, o pintar, o improvisar música, o patear una pelota, o ayudar a alguien más a que meta un gol. Se pedir un remis para que vayas a tu casa, o una pizza. Elijo casi siempre al azar, y la presión me hace realmente mal. No se esperar, por eso es lo único que hago.
Cuando llegué no pasó demasiado, así que no hice más que ir a dormir. Pero papá había puesto un recital de Gilmoure y no hubo más que escucharlo un rato y comentar, para que la charla nos fuese llevando a lugares muy recónditos. Sirvió. Y dormimos. Pero antes se enojó.
Desperté sólo, con la comprensión de que lo único que debo hacer para comenzar bien un día es reacomodar mi cuerpo en este mundo. En cualquier cosa que piense antes que en mi cuerpo va a ser una manera de equivocarme y perder tiempo, energía, y buen humor. Lo pasé de maravilla, y llegó papá y comimos, pero no me salieron dos palabras con intención. Todas fueron un desastre porque yo no estaba ahí, estaba en otra parte. Y también, porque él no me escucha a la primera; no se, tiene una costumbre puramente irritante que consiste en hablar a la vez que vos le decís algo, entonces te interrumpe, y se calla, después te pide que repitas, y ahí, tal vez te escuche unos segundos, para luego revisar su celular o la computadora y no escucharte más. Pasados los 30 segundos reglamentarios papá te pregunta de nuevo lo que le estabas diciendo, para luego contradecirlo totalmente. Quizás otro día te hable de eso que le dijiste.

Volví a casa porque mamá quería pintar el patio, ya que se viene su cumpleaños número cincuenta. Me planté a mirar Donnie Darko y me quemó diez mil ideas, fue como cuando te bañás después de muchos días. De repente dejé de ansiar un beso de la chica que me gusta. El tiempo otra vez planteado de una forma que me abre mil millones de puertas. Nos acercamos y terminamos hablando de lo mal que lo pasé la noche anterior y de lo difícil que se me hizo.

Todavía no lloré.



martes, 1 de enero de 2013