LXDII

 Fuimos alcanzados por las siguientes conclusiones. Descubrí que sí, estás, aunque no participás hasta que necesitás algo. Y que tengo derecho a decirte. Tenés unos miedos terribles, como los tienen todos, y -al igual que alguien que no sabe lo que tiene- escapás, haciendo que el daño crezca, porque lo que no resolvés sigue estando ahí. Te va a esperar, como yo. Un perro se durmió en nuestra mantita, porque sintió nuestra paz. Basta de esa costumbre de pensar que todo va a salir mal, somos perfectos y absolutamente capaces de solucionar todo; tenemos mil formas de comunicarnos, de entendernos, de usar nuestra imaginación bien, y seguimos usándola mal.