¿Por qué dijiste tanto?. Yo te creo -todavía-, y de vez en cuando te busco. Hay que tener cuidado, porque las palabras que dejes salir pueden ser escuchadas, leídas, seguidas. Sobre todo seguidas; y es entonces cuando se necesitará, por lo menos una aclaración, para no caminar errados y ensuciar nuestros zapatos, que deberían ser siempre estar tan cómodos. El problema, es que me olvidé de aclararte todo esto, en vez de hacerme tanto el capo.
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario